'Te voy a matar, mamá'

Ayer (7/4/2017), la actriz Verónica Pallini estrenó en Madríd 'Te voy a matar, mamá', una obra que camina entre el drama y la comedia. La puesta en escena de este monólogo escrito por el argentino Eduardo Rovner se produjo en la Sala azArte, un espacio situado en pleno centro madrileño, en el emblemático barrio de Chueca. 

El acogedor escenario, de repente, se llenó de colorido con la presencia de la mujer representada por Verónica Pallini, su madre, un tocador y sus llamativas prendas de vestir. 

El personaje hace al público madrileño experimentar sensaciones diferentes a lo habitual. Con un estilo que surge de la rica cultura teatral argentina. Esta puesta en escena hace pensar, pero sobre todo genera reflexión. Los cambiantes estados de animo de la protagonista se contagian al observante, produciendo así un agradable y hoy tan buscado evadir de lo propio para intentar buscar explicación a un comportamiento que, aunque es chocante en la superficialidad, tiene lógica en su profundidad. Entra en juego la metáfora, "matar al padre es patricidio; matar a la madre, matricidio". Lo simbólico se entremezcla con lo real, lo supuesto y lo imaginario, y ese anhelado y calculado parricidio por parte de un personaje quizá enfermo de complejo de Edipo en edad adulta centra la atención del discurso: La hija espera a la madre para matarla, y...  

'Te voy a matar, mamá', gracias a la maestría de Verónica Pallini en la actuación, consigue efectos secundarios que van más allá del entretenimiento, para también hacer que el espectador bucee en sus fobias, manías y cavile acerca de esa oleada de nuevas terapias buscadas como remedio exprés a cada uno de esos males, que en muchas ocasiones nos agobian como seres humanos, y a los que una simple ración de sentido común quizá darían solución. Pero, ¿dónde está la lógica en según qué momento y cuáles situaciones de la vida?

Muy recomendable, aprovechar esta oportunidad, sólo los viernes de este mes de abril a las 18:30 horas para acercarse al número 19 de la calle San Marcos y dejarse llevar por una obra, que a través de una mujer llena de expresividad hace pensar en cuestiones tan cotidianas y comunes que, en algún momento, a todos, como seres humanos con raciocinio, nos pueden pasar, aunque se tornan alocadas puestas en común, fruto de una selección idónea para esta trama.